Alfonsín

Foto 1: fines de 1982, cancha de Ferro, esperando por el comienzo del recital de Charly, aquel con los auspicios de Fiorucci y los misiles pegando en el escenario. Un grupo de chicos sentados cerca de un postino muy joven empiezan a cantar "Después del Pocho, después de Balbín, el líder del pueblo es Raúl Alfonsín" Mirá el arrastre que tiene este radicha.....

Foto 2: De vuelta en Ferro, esta vez en la popular, ¿agosto, septiembre? de 1983. Un postino mucho más involucrado escuchaba emocionado el preámbulo. Coda: pocas semanas después, en medio de una multitud, en la noche de la 9 de julio a 200 o 300 metros, la certeza absoluta que ese era el hombre que nos sacaría del pozo en que los militares nos habían hundido. El preámbulo recitado como un rezo laico. Micro de vuelta a casa, banderas, cantos, charlas hasta tarde. 

Foto 3: cierre del comicio, había votado por primera vez y miraba por la tele los primeros recuentos. Alfonsín iba ganando en todas partes! De pronto, por Canal 9, un exacerbado Jorge Ableardo Ramos, me dio el primer ejemplo de lo estúpidos que pueden ser los intelectuales cuando la realidad los contradice: decía que Alfonsín parecía estar ganando porque sólo se habían contado los votos de las clases altas, que cuando llegaran los votos de los pobres  la película se daría vuelta

Foto 4: Diciembre de 1983, me fui caminando desde Flores hasta Plaza de Mayo por Rivadavia. Nos acomodamos a la derecha del Cabildo, entre una multitud que tenía una alegría que parecía desbordarlo todo. Nunca después vi un pueblo tan feliz por un acontecimiento cívico, ni un hombre que expresara tan bien un momento histórico. La explosión cuando Alfonsín se asomó al balcón del Cabildo, inolvidable

Foto 5: esos 80s, donde todos aprendimos que con la democracia se come, se cura....pero si se sabe cómo hacerlo. Alfonsín enjuiciando a las Juntas, cuando los milicos todavía tenían poder y había que ser guapo de verdad para sentarlos en el banquillo. La presentación del Nunca Más. El primer detape, el fin de la censura, la televisión con Maria Elena Walsh y la Cigarra, Guinsburg y Abrevaya. La vuelta de los artistas exiliados, la Tirolesa en el Obelisco. Grinspun, Sorrouille, el Plan Austral, el desagio, los billetitos nuevos, la ligera primavera económica. Los peronistas clásicos que no entendían cómo ese tipo les había quitado el poder, como "el pueblo" no estaba donde debía estar. Los 13 o 14 paros generales, una vergüenza que se agranda a medida que pasan los años. El despiste monetario, el plan Primavera, el comienzo del fin, Semana Santa, la casa está en orden. Los despistados de La Tablada ayudando al ejèrcito a ganar peso, la renovación peronista, el desquicio monetario, la inflación, cobrar el sueldo una vez por semana, los dólares en las cuevas, los apagones, los pollos de Mazzorin, el estentor de las empresas estatales, los cortes de luz, los teléfonos sin tono, los celulares en valija. La hiper, Pugliese y su economìa del corazón, las elecciones, Menem, Menem???, el desastre, la reunión en Olivos, la despedida adelantada.

Alfonsín, te voy a extrañar, como quien extraña a un padre al que se le reconocen los errores de haber intentado hacer las cosas tal como creía que debían hacerse. Fui ciudadano votándote; y aprendí a admirarte después de pensar que me habías decepcionado: ¿cómo podría no dolerme el que ya no estés con nosotros?