- Es necesaria una nueva ley. Pero no porque la actual haya sido "de la dictadura"...sino simplemente porque es vetusta
- Una ley de este tipo obviamente rompe el status quo. Que Clarín se queje me parece natural.
- Sin embargo, el tufillo de revancha que larga este proyecto hace que no sólo se queje Clarín sino que despierta serias dudas sobre la honestidad intelectual del gobierno (les aclaro, que yo no dudo sobre ese tema: son unos cínicos deshonestos), y eso va a afectar seguramente la calidad de la discusión parlamentaria, agragando un ruido innecesario
- Es absolutamente legal que mande una ley de este calibre luego de haber sido derrotado en junio y sabiendo que la composición Congreso actual no representa la voluntad actual de los votantes. Pero la legitimidad de esta ley se verá seriamente dañada.
- Cualquier gobierno serio, que realmente quiera lograr un cambio de largo plazo, hubiera dirigido este proceso en forma menos crispada....dije serio, no?
- Mi hipòtesis es que al Gobierno le importa en realidad un bledo la democratizaciòn del discurso mediático. Si le hubiera importado, hubiera lanzado esta ley hace 4 años. Es más, creo que no le importa siquiera que esta ley termine derogada o modificada a futuro. O que no se pueda implementar nunca. O que el lío que está generando termine agrietando más su imagen. Lo que el Gobierno quiere desesperadamente es volver a fijar la agenda de la discusión política, porque ve como se erosiona día a día su poder real. Y eso en realidad no está mal: cualquier gobernante sensato tiene ese objetivo.
- Lo que está mal es la forma y el estilo que tiene para lograr ese objetivo. Una forma crispada y un estilo divisivo, que no conduce nunca a nada bueno y retroalimenta la tendencia argentina a ir de un extremo al otro
Mi conclusión: la ley debe cambiarse; no ahora pero debe estar en la agenda del proximo congreso. Deben haber más jugadores en los medios. Pero el Gobierno no debe hacerse falsas ilusiones: salvo en regimenes totalitarios o en dictaduras, los medios siempre tarde o temprano irritan al poder. Y creer que eso va a cambiar con esta o cualquier otra ley, con Clarin o con cualquier otro medio, es no entender absolutamente nada. Como en casi todo lo que hace esta gente.
Bueno Postino: Estuve informándome sobre la ley y por lo que leí parece bastante buena. Me preocupa que también podría llevar a una intervención estatal desmezurada en la producción de información, pero no estoy seguro que sea asi.
ResponderBorrarPero en eso coincido con vos: la ley va a llevar al desguazamiento del grupo Clarín si se aprueba, demasiada casualidad que la promulgen ahora en plena pelea con el grupo.
Pero ahí tuve un pensamiento provocativo: ¿Y si en este revanchismo el gobierno buscando una victoria pírrica termina promulgando algo positivo? ¿Cómo juzgar una acción por un gobierno que fue hecha con malas intenciones pero da buenos resultados? Suponiendo que la ley es la mejor: ¿adoptamos un criterio utilitarista y la apoyamos? ¿O un criterio principista y nos oponemos?
Tengo este dilema (siempre suponiendo que la ley mejorará la situación.)
Withdmore,
ResponderBorrarcoincido con que la ley no es mala, pero si tiene aspectos malos; e.g. que cada dos años el Gobierno pueda revisar las concesiones...eso vuelve a los medios tendencialmente genuflexos....imaginate si los diarios tuvieran una cláusula similar....igual con el tema de los porcentajes que le corresponden al gobierno y a ONGs, que parecen excesivos y voluntaristas.
Igual creo que esto le va a salir muy mal a esta gente....en el mejor de los casos sería una victoria pírrica. Me preocupa el ruido que genera y la deshonestidad intelectual del gobierno al empujarla ahora.
Por mi parte, apoyo firmemente que se discuta a partir del 10/12/2009....faltan poco más de tres meses, el apuro es por oportunismo politico
Completamente de acuerdo en lo que respecta al tema de la legitimidad, al que se está subestimando.
ResponderBorrarCuando el gobierno decidió -- con anuencia del Congreso -- adelantar las elecciones, se arriesgó a quedar en la situación en la que se encuentra actualmente, es decir, con un Congreso deslegitimado.
Los muchachos piensan que se puede apostar, juntar la guita si se gana y hacer un corte de manga si se pierde.
Meterse en un proceso de gobernar sin legitimidad popular es abrir la caja de Pandora.
Saludos,