Todos sabemos que Brasil pasó de ser el eterno next big thing a ser el lugar donde no podes dejar de estar porque va a ser una de las potencias del mundo en el mediano plazo. Este pensamiento, sobre el que operan manadas de inversores, abreva en esa fuente inagotable de simplificaciones que son los analistas de bancos de inversión, uno de los cuales acuñó la simpática idea de los BRICs.
Sorprendentemente mucha gente piensa que realmente la posición de Brasil en la economía del mundo ha crecido fuertemente, de ser uno más en el pelotón de economías medianas a pasar a ser un top ten global. Esta idea la escuché incluso en presentaciones en Brasil, ante audiencias ávidas de confirmar que estaban en el lugar correcto en el momento adecuado.
¿Pero es cierto que Brasil es ahora mucho más de lo que fue en el pasado reciente? Veamos los datos.
Si uno mira los datos de PBI de esta década tenderá a confirmar su impresión: Brasil entra al top ten de naciones en 2005 y en la actualidad es la octava economía del mundo. Su PBI pasó de ser el 1.93% de la economía global a ser el 2,7%. ¿Pero qué pasa si miramos más atrás? Sorpresa! Desde 1960 a 2000, con la excepción de 1992, Brasil, siempre fue una de las 10 mayores economías del planeta. Entre 2001 y 2005 su posición cayó ante el crecimiento de España, para recuperar su lugar entre esas 10 naciones en los últimos 5 años. De hecho, de 1971 a esta parte su economía nunca fue menos del 1,5% del PBI global y durante algunos años incluso representó casi el 2,9% del PBI global. Incluso durante gran parte de los 70s y principios de los 80s fue más del 2%.
Esto no quiere decir que no hayan buenas razones para que Brasil esté de moda. Simplemente quiero amenguar el entusiasmo y recordar que si la razón para invertir en Brasil es el tamaño de su economía, muchos llegan 40 años tarde. Y si la razón es su tasa de crecimiento....también llegan tarde.