miércoles, mayo 30, 2007

No hay crisis energética

Lo que hay es falta de incentivos a la inversión en la producción de energía. Energía, sobra. Pero a precios que son una fracción de lo que valen en otros mercados, a muy pocos les interesa ponerla a disposición de los consumidores.

El gobierno hasta ahora jugó el populismo barato. Pero, una vez más, va a comerse el garrón de aprender por la vía de los hechos que no existen los almuerzos gratis ni los BTU regalados.

Dadme un buen precio y sacaré energía de las piedras....

martes, mayo 22, 2007

Oportunidades perdidas

Segùn publica La Nación hoy, hace algunos días, Jeremy Martin, director del Programa de Energía del Instituto de las Américas, llamó varias veces a Buenos Aires para invitar a Daniel Cameron, secretario de Energía, al seminario que se está realizando en San Diego, pero el hombre nunca respondió al llamado. Peor aún, ningún funcionario argentino asistió.

Despuès hay gente que no entiende por què no viene inversiòn al paìs a pesar de nuestras tasas de crecimiento. O por què no hay mucha inversiòn en petroleo y gas a pesar del altìsimo nivel de precios de esos productos.

¿Algùn día nos avivaremos que no somos el ombligo del mundo, y que a las inversiones hay que atraerlas, porque hay muchos países que las desean màs que nosotros?

lunes, mayo 21, 2007

Skanska, el progresismo y la corrupciòn

Las almas sensibles que compran el dicurso de la pureza incorruptible de este gobierno y de su interès en fortalecer al Estado para proteger los intereses del pueblo, deben estar algo confundidas por estos dìas. El destape de las coimas de Skanska demuestra, una vez más, que la principal razón que tiene el establishment político para criticar las privatizaciones de los 90s no es ideológica sino relacionada a sus finanzas personales.

Desde el primer impulso estatizante de Perón a fines de los 40, el aparato político argentino se especializó en refinar las formas para usar los entes y organismos públicos como fuente de mejora económica personal y de fondeo de sus carreras políticas. En el caso de las empresas públicas esto era aún más fácil, pues los fondos se conseguían a través de exigirle a las empresas coimas para ingresar al negocio de la obra pública. Entonces, la rapacidad de los políticos creo incentivos para que los empresarios más corruptos fueran siempre los elegidos para trabajar para el Estado. Esta retroaliementación entre corrupción pública y codicia privada sin ética generó una clase empresaria parasitaria del Estado cuya existencia era promovida por los funcionarios y partidos que creaban mecanismos cada vez más integrales de cometas y corrupción.

Cuando se privatizaron las empresas públicas en los 90s, era evidente el dolor que generaba en los polìticos ver como el Cotur adelantaba el valor presente de los flujos de coimas futuras de las empresas a ser privatizadas. Es esto lo que el establishment político jamàs le perdonó al Turco, con el aplauso de los bobos que no entienden nada y se creen el cuentito de la defensa de los intereses etc etc

Mr K tomó el poder con la firme idea de volver el reloj atrás un par de de décadas en todos los sentidos, pero principalemente en lo relacionado a los mecanismos de financiamiento de la política y a las formas de asegurar el futuro de los nietos de los militantes más fieles. Pero se olvidó que el tiempo pasa, y la gente cada vez es más cínica. Si no se aviva pronto, va a terminar peor que el Cotur

domingo, mayo 13, 2007

Tres buenos candidatos

Creo que en las próximas elecciones para jefe de Gobierno de BA nos daremos el raro lujo de elegir entre tres candidatos razonablemente buenos, moderadamente honestos y relativamente alejados de las peores prácticas de la política local.
Si, me refiero al perro bueno, al pelado y al bostero. El primero es un tipo que algo sabe de Educación y compensa su evidente falta de carácter con una buena dosis de honestidad intelectual. El que sea el candidato de K lo enchastra un poco, pero podrían haber elegido a alguien peor
El dolape me cae simpático, un típico progre porteño, pero alegre, con buen carisma, algún sentido estético, y cierta sensibilidad no populista que lo aleja de la masa progre de hipócritas de clase media culposos que van a marchas a defender lo que desconocen
El bostero, para disgusto de muchos, es la aparición política conservadora más original desde que yo tengo memoria. Combina una imagen "resultadista" con cierta genuina preocupacion social, aunque tiene menos cintura politica q los otros dos
Tenemos suerte los porteños