Luego en 1694 se creó el Banco de Inglaterra, uno de cuyos fines era imprimir papel moneda, para que las reservas pudieran mantenerse en una cuenta bancaria. Este banco lleva 316 años imprimiendo billetes en forma continua.
Y así llegamos a John Law, un escocés, rico, fachero, economista aficionado, apostador empedernido y condenado por asesinato en su país, que en mayo de 1716 fue nombrado presidente del Banque Générale, creado a imitación del Banco de Inglaterra. Su rol era el de recaudar y admistrar los fondos de la deuda del estado francés. Law se dedicó inmediatamente a emitir billetes supuestamente respaldados por las reservas de oro del banco.
A los dos años, el regente de Francia (el rey Luis XV era aún menor de edad), se hizo cargo del banco y lo renombró Banque Royale. Law siguió de director general, imprimiendo billetes con la fruición de un peronista. El tipo además ya había sido nombrado duque de Arkansas, entonces parte del Imperio Francés.....mañana sabrán como termina esta historia, pero acepto apuestas.
3 comentarios:
no se ofenda, pero creo que en 1825 no fue exactamente asi, si lo encuentro se lo envio, pero hubo algun evento medio extraño
ayj
Casi el preambulo de Morgan y sus amigos en 1907
y el amigo Locke, es el tatarabuelo de Cavallo creeria
No me refería a 1825
Narigón: muy buen comentario! Y, aunque te parezca mentira, alguito de eso pasó (nahhhh!)
no, por los 316 años decia, me sono algo en la cabeza, si, ya la unica neurona haciendo browniano
ayj
Publicar un comentario